Durante los meses de mayo y junio, la Agencia Ejecutiva en los Ámbitos Educativo, Audiovisual y Cultural de la Comisión Europea llevó a cabo una encuesta para analizar el impacto del COVID-19 en los programas Erasmus Mundus de cooperación y movilidad internacional en el ámbito de la educación superior.  

El estudio se realizó entre los socios de los proyectos Erasmus Mundus de master y doctorado, que reconocen que la pandemia está teniendo efectos negativos evidentes en los mismos. Sin embargo, aseguran que desde el primer momento se tomaron medidas para mitigarlos y confían en su capacidad para alcanzar los objetivos marcados. 

También destacan que la prioridad es la seguridad y el bienestar de los estudiantes. 

El principal desafío al que se enfrentan en el inicio del curso académico 2020-2021 es la incertidumbre respecto a la expansión del coronavirus, que afecta directamente a las restricciones de viaje y obliga a modificar los programas. Por eso cuentan con varios escenarios posibles, entre ellos el inicio del curso tal y como estaba previsto, el desarrollo online hasta que se pueda garantizar la seguridad de los estudiantes en sus desplazamientos o el aplazamiento del año académico. 

La mayoría de los encuestados trabaja para comenzar el curso en otoño de 2020, facilitando la movilidad o a través de métodos virtuales y solo el 10% tiene intención de aplazar su inicio hasta que se pueda realizar con normalidad.  

Además, consideran la actual situación como una oportunidad para fomentar los métodos de enseñanza online.