El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer con manifestaciones y actos reivindicativos por toda Europa.

La Unión ha hecho avances muy lentos en este sentido y la igualdad entre mujeres y hombres sigue sin ser una realidad, como revela el estudio que publica el Instituto Europeo para la Igualdad de Género desde 2005.

Sus índices relativos a asuntos como la violencia, el ámbito laboral, la educación o la salud, se sitúan en 67,4 puntos sobre 100, frente a los 62,0 de 2005. Respecto a la representación política de las mujeres, el estudio señala que solo el 28,1% de los ministros de los gobiernos de la Unión y el 29,3% de los miembros de cámaras parlamentarias son mujeres.

En cuestión de trabajo, el índice mejora en 0,5 puntos desde 2015, hasta los 72 sobre 100, destacando que las mujeres representan el 40,8% de personas trabajadoras a tiempo completo.

Los datos son muy desiguales en los distintos Estados miembros. España se sitúa por encima de la media con 70,1 puntos, aunque todavía queda mucho por hacer en sectores como el salarial, ya que las trabajadoras cobran 1.937 euros de media, frente a los 2.345 de los trabajadores.

Por otra parte, el 30,1% de las mujeres y el 28,7% de los hombres terminan estudios de educación superior, evidenciando un cambio de tendencia en este ámbito.

Así mismo, el interés de las jóvenes por vivir experiencias como DiscoverEU es superior al de los jóvenes, como revelan las tres primeras rondas del programa, con más de un 55% de participantes mujeres, alcanzando en la segunda ronda de 2008 el 62%.

Las mujeres reivindican el lugar que les corresponde y la Unión debe reconocérselo.

Por ello, la Comisión Europea se ha propuesto combatir la discriminación en los ámbitos cultural, político y socioeconómico y lograr una conciencia universal sobre la desigualdad basada en el género, especialmente en los medios de comunicación; eliminar los estereotipos desde los sistemas educativos y garantizar la igualdad en el sector laboral. Todo ello en la línea de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas.

Para lograrlo trabaja en colaboración con gobiernos nacionales, interlocutores sociales, ONG y entidades privadas en el diseño e implementación de actuaciones y proyectos normativos, la elaboración y difusión de datos y el intercambio de buenas prácticas.

Queda mucho por hacer y se debe seguir reivindicando como cada 8 de marzo.